Entre nacho y Valdemoro

Cuando se apagan las luces del supermercado nadie sabe lo que allí sucede,el tórrido romance entre una patata de bolsa y un nacho dió lugar a esto.
Sería muy fácil ponerle un nombre,algo que me encanta,coger dos productos y fusionarlos,en este caso,la fusión entre una patata y un nacho,para mi,sería un patacho.
¿Es una patata?¿Es un nacho?No,es un patachooooo.
Perdón,creo que la nueva medicación no está haciendo el efecto
esperado.Me parece que lo mío ya no tiene solución,menos mal que tanto la gente que me rodea,como yo,me aceptan tal y como soy.
Pues la verdad es que la mezcla está bastante buena,una Pringle que es entre patata y nacho,el resultado es satisfactorio.
Hay tres versiones de Pringles Tortilla,ellos le han querido poner ese nombre y yo lo respeto,pero Pringles Patacho.......¡vamos,donde va a parar!
Las tres clases que hay son,esta que he probado,que es la cheddar,la original y jalapeño o chile,no recuerdo bien.
He visto por internet unas de azúcar y canela, que por supuesto aquí no hay,que me llaman mucho la atención,me encantaría probarlas,la combinación de azúcar y canela me vuelve loco.
Ya sabemos que las Pringles no suelen ser baratas y esta no iba a ser una excepción,1,99 euros y las compré en Carrefour.
Yo creo que hay un gnomo cortando patatas dentro de cada bote,porque yo como y como y no se acaban.
Pruébalo: si eres un indeciso en el pasillo de las patatas y te cuesta decidir entre nachos y patatas,que por estas cosas rompen 3 de cada 10 matrimonios.
No lo pruebes: si no te gusta el bigote del señor Pringle y si eres de las Matutano sabor jamón de toda la vida.